Lorenzo Silva

“La novela negra es una buena forma de hacer el relato de las sociedades complejas y convulsas, y muchos escritores españoles han jugado esa baza con inteligencia y talento”

Comisario del Festival Getafe Negro cuya IX edición se celebra del 13 al 25 de octubre, con Argentina como país invitado y dedicado a la figura de Cervantes y a los refugiados.

La UC3M colabora, un año más, con el Festival, organizando diversas actividades que se suman a las que se realizarán en espacios urbanos y culturales de Getafe y Madrid.

Como escritor de novela negra, ¿qué opinas de la situación del género en España?

Ha habido un boom sorprendente, a juzgar por la poca y débil tradición del género entre nosotros, pero quizá no tanto a juzgar por las transformaciones y las encrucijadas en que se ha visto la sociedad española en los últimos años. La novela negra es una buena forma de hacer el relato de las sociedades complejas y convulsas, y muchos escritores españoles han jugado esa baza con inteligencia y talento. No es oro todo lo que se publica, pero el nivel medio es francamente estimable, con autores sobresalientes.

En tu última novela, Donde los escorpiones, tus protagonistas viajan a Afganistán, ¿qué te llevó a situar la novela allí?

La necesidad de contar una parte de la realidad española (la implicación en conflictos bélicos internacionales de carácter global, en teatros de operaciones a veces muy lejanos) a la que la literatura española parece dar la espalda por completo, y la intuición de que enviar allí a Bevilacqua podía ser una buena manera de propiciar la inmersión en esa realidad oculta de los lectores que empatizan con él. También una forma de sacarle y de sacarme de nuestra zona de confort, porque ya llevamos muchos años juntos y no hay que repetirse.

Getafe Negro

Presentación de Getafe Negro 2016, con la presencia del escritor escocés Ian Rankin

Bevilacqua y Chamorro están presentes en tus novelas desde hace 20 años. ¿Cómo han cambiado y cómo ha cambiado con ellos España?

A ellos les ha ocurrido algo que no debe de sorprender demasiado: han envejecido, han aprendido (y yo con ellos) han ganado en escepticismo y perdido en ingenuidad, pero sin hacerse cínicos ni perder la pasión (los quiero bien y nunca los degradaría así). El país, a la vista está, se ha depauperado de manera que nadie habría previsto hace 20 años, y sus disfunciones y su necesidad de reinvención asoman a las novelas, cómo no.

¿Por qué la dirección del festival se decidió por Argentina como país invitado?

Queríamos desde hace años traer a alguna de las grandes literaturas en español. Hemos comenzado por Argentina porque su oferta es ingente y excelente, y porque contamos con la complicidad inmediata del gobierno argentino, a través de su embajada, que quiero agradecer desde aquí.

Protagonistas principales de esta edición de Getafe Negro son Cervantes y los refugiados, ¿desde qué perspectiva se aborda la figura del escritor de El Quijote y el drama de los refugiados en el festival?

A Cervantes tratamos de quitarle solemnidad: durante bastantes años fue un buscavidas, un hombre pobre que trataba de prosperar en una sociedad cerrada e implacable. Eso le permitió ver y vivir lo que le nutrió cuando en su madurez escribió sus grandes obras. Y en cuanto a los refugiados, la idea es explorar las causas, revelar la dimensión criminal del fenómeno (y no sólo por las mafias que los mueven) y subir con ellos a esa barca en que uno abandona su tierra, a su gente y todo lo que construyó en su vida, para tratar de entender por qué seguimos viviendo en un mundo que sigue obligando a la gente a hacer algo así, que nadie haría de buen grado.

 

Perfil

Lorenzo Silva, licenciado en Derecho y escritor, comenzó a escribir en la década de los ochenta. Su obra abarca diversos géneros que van desde la poesía al ensayo, pasando por la novela y los artículos periodísticos. Es autor también de algunas obras para el público juvenil. Ha obtenido varios galardones, entre los que destaca el Premio Nadal del año 2000 con El alquimista impaciente, el Premio Primavera 2004 con su obra Carta Blanca y el Premio Planeta 2012 con La marca del meridiano, la séptima entrega de Bevilacqua y Chamorro. En 2016 ha publicado Donde los escorpiones, novela en la que retoma a la pareja de guardias civiles protagonista de su popular saga.