“Hoy en día la música ocupa un lugar muy pequeño dentro de la cultura, y la cultura un lugar mínimo entre las preferencias de la juventud española”
Lleva tres décadas sobre los escenarios pero asegura que aún siente un nudo en la garganta cuando se enfrenta a un auditorio solo con su guitarra. Mikel Erentxun ofreció su versión más íntima en un concierto acústico para mil personas el 12 de noviembre en el Auditorio de la UC3M. A punto de terminar su gira “A corazón abierto”, en la que presenta las versiones en directo de un disco que nació tras una dolencia cardíaca, tiene ya fecha para la grabación y presentación de su nuevo proyecto en el 2017, y no descarta futuros proyectos con su antigua banda, Duncan Dhu.
Tras una dolencia cardíaca y tu paso por el hospital escribiste las canciones de “Corazones”. Muchos compositores dicen que se compone mejor desde el desamor que desde el amor. ¿La inspiración llega mejor en los momentos difíciles?
No me cabe la menor duda. Yo soy de esos autores. Escribo mejor cuando estoy pasando por un periodo de desamor o abandono. Cuando estoy mal me refugio en el lápiz y el papel. Cuando estás bien lo que te apetece es salir con los amigos.
A lo largo de tu carrera has llegado a tocar para más de 100.000 personas, ahora con tu gira “A corazón abierto” ofreces una versión más intimista. ¿Qué destacarías de estos conciertos acústicos?
Yo entré en el mundo de lo acústico un poco por necesidad, por la crisis que empezó a sufrir la industria de la música hace unos años que hacía difícil pagar una banda completa. Ahora disfruto mucho de los conciertos en solitario. Son mucho más creativos, sabes cómo empiezan pero no cómo acaban. Unas veces el resultado es muy sobrio, pero otras me desmeleno completamente. No siempre toco las mismas canciones, algunos días incluyo canciones de Duncan Dhu, otras veces no. Me he vuelto muy anárquico y disfruto mucho. Además, el concierto acústico te permite tocar en sitios más pequeños donde sería imposible hacerlo con una banda, permite llegar a lugares donde ves la cara a la gente. Cuando vas con una banda te sientes más arropado. En el acústico sales solo con tu guitarra, sientes un nudo en la garganta, un cosquilleo al subir al escenario. Afortunadamente, para mí eso es algo que no ha cambiado con los años.
¿En qué tipo de concierto te sientes más a gusto?
Alterno de una manera premeditada los conciertos con banda y los conciertos en solitario. Tengo la suerte de poder combinar los dos. Este año he dado muchos conciertos con banda y ahora en diciembre finalizo esta gira y en enero entro a grabar un nuevo disco que presentaré en la primavera del año que viene. Luego mi intención es volver a los escenarios con banda y dejar, de momento, aparcados los conciertos acústicos.
Tocar en el auditorio de la UC3M, ¿te hace recordar tu paso por la universidad como estudiante de arquitectura?, ¿qué fue antes para ti, la música o la arquitectura?
Lo primero fue la música, porque yo empecé con 12 o 13 años. Digamos que el salto a la fama se dio desde la universidad, porque Duncan Dhu nació en la Escuela de Arquitectura. Cuando la música se convirtió en un oficio dejé de estudiar, aunque terminé mi carrera. La acabé porque realmente me gusta la arquitectura y por amor propio. Tengo mucha fuerza de voluntad y me dije: “Yo tengo que acabar esta carrera”.
En 2013 volvió Duncan Dhu con nuevo disco al que siguió una gira que acaba de terminar hace un mes. ¿Volveremos a ver a Mikel Erentxun y Diego Vasallo juntos otra vez o ha sido este un punto y final?
No, esto es un punto y aparte. Una vez que nos hemos juntado pensamos darle una cierta continuidad, aunque sea de manera esporádica. Tanto Diego como yo consideramos que nuestras carreras en solitario son prioritarias. Duncan Dhu es un premio, un regalo. Hemos disfrutado mucho estando juntos, grabando “El Duelo” y presentándolo en directo. Pero ahora mismo, Diego acaba de editar un disco precioso y yo empiezo a grabar mi nuevo disco después de Navidad. Durante 2017 voy a estar dedicado a mi nuevo proyecto por lo que de hacer algo con Duncan Dhu será ya en 2018.
Más de tres décadas dedicadas a la música, ¿cuál es la clave de tu éxito que te hace conectar con diferentes generaciones?
La clave es la mezcla de talento, de trabajo y sobre todo de suerte. Hay muchísima gente con mucho talento en el mundo de la música que no triunfa jamás. Esto son curvas senoidales y unas veces estás arriba y otras abajo. El secreto de mantenerme tantos años con mayor o menor éxito en este mundo es que me encanta mi trabajo y creo que he conseguido transmitirlo. Tengo un público fiel al que, me gusta pensar, se ha ido sumando gente nueva.
¿Qué ha cambiado en la música desde tus inicios hasta ahora?
Ha cambiado muchísimo. Yo tuve la suerte de vivir una época muy divertida que fueron los 80. Unos años en los que todo valía y la gente estaba hiperreceptiva. Hoy en día la música ocupa un lugar muy pequeño dentro de la cultura, y la cultura un lugar mínimo entre las preferencias de la juventud española, una verdadera pena.
Entre tus aficiones destacan las carreras de maratones. ¿Cuándo empezaste a correr?, ¿qué te aporta el deporte?
Me aficioné a correr hace más de 20 años. Poco a poco empecé a apuntarme a carreras y ya llevo 10 años entrenando en serio. El deporte me da muchas satisfacciones. Primero te ordena mucho la vida, te ayuda a seguir una dieta equilibrada, a llevar una vida más sana en general. El poder participar en una carrera es el premio a muchos años de entrenamiento. Es la parte divertida, en la que me encuentro con un grupo de amigos. Además de correr me gusta mucho el cine, leer y soy un entusiasta seguidor de la Real Sociedad.