“Me interesa la palabra poética entendida como acción, como construcción del mundo. Busco en mis obras la belleza como consuelo ante la verdad”
Lola Blasco, profesora del departamento de Humanidades: Filosofía, Lenguaje y Literatura de la UC3M, ha sido galardonada con el Premio Nacional de Literatura Dramática 2016 por Siglo mío, bestia mía, una pieza teatral de la que el jurado ha destacado su “construcción innovadora y su ritmo poético que capta con lucidez la actualidad”. El premio, concedido por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, distingue una obra de autor español escrita en cualquiera de las lenguas oficiales del Estado y editada en España durante 2015.
Siglo mío, bestia mía ha sido reconocida con el Premio Nacional de Literatura Dramática 2016. ¿Qué ha significado para ti este premio?, ¿cómo influye la concesión de este galardón en tu trabajo?
Ha significado un impulso a mi carrera y llega en un momento muy necesario. Yo en estos momentos me estaba planteando si el camino que estaba siguiendo en mi creación era el adecuado y este premio de alguna forma lo confirma. Me anima a seguir trabajando como hasta ahora.
Tu obra La armonía del silencio, que tiene como telón de fondo la guerra civil española, se representa actualmente en los escenarios. ¿Qué has querido contar con esta obra?, ¿con qué mensaje te gustaría que se quedase el público al verla?
La armonía del silencio es una historia que parte del presente y se retrotrae hasta los años 30, a un cine mudo en la ciudad de Alicante. Habla del silencio que resuena, de los gritos amordazados, de las historias que han sido enterradas y a las cuales la memoria no ha atendido en su justa medida. En La armonía del silencio se habla del bombardeo a la ciudad de Alicante y de la dura represalia franquista posterior, pero va más a allá, o al menos lo intenta, e introduce la fábula para reflexionar sobre el mal. Fábulas necesarias para no envenenarse de odio.
¿Cuál crees que es el rasgo que define tu teatro?
Yo hablo de fábula política. Hago un teatro que atiende al interés por la tragedia y por la renovación de los mecanismos utilizados tradicionalmente en el teatro político. Me interesa la palabra poética entendida como acción, como construcción del mundo. Busco en mis obras la belleza como consuelo ante la verdad.
Actriz, dramaturga, directora… ¿en qué papel te sientes más cómoda?
En el teatro, mi formación comenzó como actriz, aunque la escritura es algo muy natural para mí, empecé desde muy pequeña. La dirección vino por la necesidad de apostar por mí, quería contar historias distintas. ¿En qué papel me siento más cómoda? Me siento cómoda en todos ellos. Lo cierto es que soy bastante curiosa y cuando me meto en algo intento comprender todo lo que lo rodea. En el caso del teatro, me interesa saber hasta cómo se coloca el último foco.
¿Estás trabajando ya en algún proyecto nuevo?
Sí, en Marie, una obra a partir del personaje de Büchner. Si Woyzeck ha sido calificada como la tragedia del hombre contemporáneo, mi objetivo con Marie es contar la tragedia de la mujer contemporánea.
¿Cómo ves la situación actual del teatro en España?
Creo que vivimos un momento espléndido en cuanto a dramaturgia, pero creo también que el acceso al trabajo en condiciones dignas dista mucho de ser real en nuestro país.