Álvaro Marías es un especialista en música barroca, además de uno de los más prestigiosos intérpretes de flauta barroca. Desde que creó el Grupo Zarabanda en 1985 ha grabado numerosos discos y ofrecido conciertos por todo el mundo. Con motivo del 30 aniversario de la UC3M, ofreció un concierto en el auditorio de la Institución Libre de Enseñanza, proponiendo un recorrido musical por la Europa de los siglos XVII y XVIII.
¿Qué le lleva, como músico, a interesarse por un período y un estilo tan concretos como el Barroco?
Pues, si te digo la verdad, no lo sé muy bien. Yo empecé tocando la flauta de pico, que es un instrumento renacentista y barroco, pero luego estudié flauta “normal” en el conservatorio. Después hice la carrera y me fui a estudiar con un flautista fantástico a París. Entonces yo estaba dividido entre dos amores: la música antigua y el repertorio clásico, romántico y contemporáneo al que nunca renuncié.
Cuando empecé mi actividad profesional, al terminar mis estudios en París, me surgieron muchas oportunidades dentro del mundo de la música barroca y eso me obligó a centrarme más en la flauta antigua, tanto en el traverso barroco como en las flautas de pico. Pero la verdad es que nunca llegué a abandonar del todo la flauta moderna y nunca he dejado de tocarla, aunque no soy un especialista puro. Me he visto abocado por las circunstancias a dedicarme a esta especialidad, en la cual estoy encantado, pero bueno, podría haber hecho otra cosa.
Usted siempre comenta que la música barroca es un ejemplo de la pluralidad europea. En el mundo de hoy, ¿hay también un tipo de música que sintetice esa pluralidad?
Es un tema curioso. Ha habido épocas en las que imperaba un estilo musical internacional muy claramente y otras en las que imperaba la diversidad; y muchas veces una especie de pugna, de lucha entre unos países y otros. Pongo dos ejemplos:
La música renacentista es muy uniforme. Sería muy difícil diferenciar la música del Renacimiento italiano, francés o alemán. Y esto vuelve a pasar con el clasicismo musical en la segunda mitad del siglo XVIII. Pero, en cambio, otras épocas son muy diversas, como el Romanticismo: nadie confundiría el Romanticismo italiano con el alemán; y también ocurre en el Barroco.
El Barroco es una época de estilos nacionales y de pugna entre ellos. Y la situación es curiosa: hay dos países que luchan y que son Italia y Francia. La música barroca es una especie de “guerra” entre Francia e Italia que acaba contagiando a los otros países. De manera que tiene algo que ver con una guerra, pero una guerra estética. Estos dos países son completamente antagónicos y luchan; en Francia en algunos momentos prácticamente se prohíbe que se toque música italiana, como si fuera algo subversivo que atentara contra la fortaleza de la monarquía de Luis XIV. Realmente es muy curioso y, como en las guerras, hay países que unas veces se alían con unos y otras veces se pasan al enemigo…
Usted crea Zarabanda en 1985… Cuéntenos cómo fue su génesis
Las cosas que me han pasado casi siempre han sido un poco por casualidad. Cuando volví de completar mis estudios en Francia, me llamaron para encargar un concierto de música del siglo XVII con una idea de programación muy concreta. A la persona que me lo propuso le comenté que para ofrecer ese concierto había que tener un grupo que yo no tenía. Entonces me dijo que lo hiciera. Lo primero que hicimos fueron unos conciertos en los que pudiéramos tocar juntos una serie de músicos y poder preparar este programa de encargo para tocarlo en el festival Europalia, en Bélgica. La cosa funcionó tan bien que decidimos continuar. Y justo después le pusimos el nombre.
¿Qué supone para usted dar un concierto en conmemoración del 30 aniversario de la UC3M?
Muy emocionante. Me toca por todas partes, porque yo me formé en el Colegio Estudio, que es heredero directo de la Institución Libre de Enseñanza y del Instituto Escuela. Me siento un poco como en mi casa. Con la UC3M he tenido relaciones muy entrañables, quizás no todo lo frecuentes que me hubiera gustado, pero se han acordado de mí para una conmemoración tan importante.
¿Cómo ha planteado el concierto?
Este concierto está planteado como un recorrido por Europa, por los países más importantes. Es un programa muy variado, divertido. Empieza con España, con una obra maravillosa de un compositor de comienzos del Barroco, que se llama Bartolomé de Selma y Salaverde. Fue religioso, nació en Madrid, en la Calle del Reloj que está muy cerca del Senado. Y es un compositor maravilloso. Zarabanda se siente muy orgullosa de haber grabado el primer disco dedicado enteramente a Bartolomé de Selma cuando todavía era muy poco conocido. De manera que, si ahora es un compositor que se toca por todo el mundo y que todos los músicos que hacen música barroca lo interpretan, pues algo tendrá que ver con la trabajera horrorosa que nos tuvimos que pegar. Lo primero que hacíamos era transcribir cada obra, porque no había ediciones.
Después nos asomamos con dos obritas a la música inglesa que tiene un carácter muy especial, con esta cosa un poco estirada de los ingleses, muy comedida y con mucha economía de medios. Después nos vamos para Italia, con un compositor que yo he trabajado muchísimo y he grabado todas sus sonatas para flauta, Benedetto Marcello, un noble veneciano con un palacio maravilloso en el Gran Canal. Después nos vamos a Alemania con una sonata en trío de Telemann.
En la segunda parte volvemos a Francia para tocar una chacona, que es un género español, del compositor Jacques Morel. Luego tocamos una obra francesa interesantísima de un compositor poco conocido, Anne Danican-Philidor. Terminamos con una obra maravillosa que a mí me fascina, la chacona de Vitali. Es una obra para violín, pero que yo toco con flauta desde hace muchos años. Todavía no entiendo como un compositor no tan conocido pudo componer una de las obras más geniales e innovadoras de la música barroca. Mucha gente, yo también, pensamos que era una falsificación del siglo XIX, porque parecía imposible que se pudiera componer una música que se saltaba un siglo. Pero parece que es auténtica; está localizado hasta el papel y la mano del copista del manuscrito. Es como de novela policíaca.
¿Cómo cree que la universidad debe relacionarse con la música clásica para fomentar su disfrute?
En España estamos muy atrasados en ese sentido, aunque están cambiando mucho las cosas. Si hiciéramos referencia a las universidades americanas, casi cualquiera de las buenas tiene una orquesta con un profesor que es el director de orquesta. En un país como Estados Unidos si un estudiante ha aprendido un instrumento, inmediatamente lo fichan para que no deje de hacer música, porque se supone que es una de las cosas más formativas, que más equilibra el esfuerzo de un estudiante. En España está cambiando, pero todavía no hemos llegado a esos niveles.
Álvaro Marías (Madrid, 1953), especialista en música barroca, es licenciado en Filosofía y Letras por la Universidad de Madrid, además de haber cursado las carreras de flauta y flauta de pico en el Conservatorio Superior. Premio Nacional de la Crítica Discográfica del Ministerio de Cultura y creador del Grupo barroco Zarabanda en 1985, ha conseguido notables éxitos a nivel internacional. Ha realizado crítica musical en el diario El País y discográfica en el ABC. En la actualidad, es profesor en la Escuela Superior de Música Reina Sofía.
Foto de portada © Marina García Ortega