Sara Correyero interiorSara Correyero es doctora en Mecánica de Fluidos por la Universidad Carlos III de Madrid (UC3M) y cofundadora de Ineai Space, la primera start-up española que desarrolla cohetes eléctricos microfabricados para nanosatélites en España. En la actualidad, forma parte del nodo UC3M-ESA BIC Comunidad de Madrid, un proyecto de apoyo a start-ups regionales del sector aeroespacial gestionado por la Agencia Espacial Europea (ESA) y la Comunidad de Madrid y que tiene uno de sus nodos regionales en el Parque Científico de la UC3M.

Has montado tu propia empresa y lideras un equipo, ¿cómo empezó todo?

Conocí a mis socios durante la tesis doctoral en la UC3M, ya que los tres estábamos realizando la tesis en el Departamento de Ingeniería Aeroespacial. Durante la Conferencia de propulsión espacial eléctrica internacional (IEPC) de 2017, que tuvo lugar en Atlanta (Estados Unidos) y a la que los tres asistimos, presentamos una idea al concurso que organizaron en el congreso. Había que responder a la siguiente pregunta: “¿Cuál es el futuro de la propulsión eléctrica?” Allí, mis socios, Daniel Pérez Grande y Mick Wijnen, y yo propusimos una constelación lunar con CubeSats y propulsión eléctrica como sistema de LPS (Lunar Positioning System) que ayudara a orientarse a robots lunares o incluso a astronautas en futuras misiones tripuladas a la Luna. En el trabajo que hicimos, nació la idea de Ienai SPACE para realizar un diseño concurrente entre la optimización de trayectorias y el sistema de propulsión. Ganamos el premio, obteniendo la máxima puntuación y, además de la alegría del momento, nos dimos cuenta de que teníamos una idea valiosa, que trabajábamos muy bien juntos y que teníamos la capacidad de hacerla realidad. Por tanto, la idea de emprender surgió de forma muy natural después de este congreso, ya que decidimos tomar cartas en el asunto, investigar el mercado, asistir a congresos de New Space y empezar a preparar la propuesta de valor.

¿Qué dificultades habéis encontrado? 

La mayor barrera de entrada que tienen las start-ups de New Space a día de hoy es poder demostrar la tecnología en órbita, ya que lanzar algo al espacio sigue costando muchísimo dinero (alrededor de 30 mil euros el kg en lanzadores tradicionales). Para empezar a vender hay que volar y, por tanto, hay que tener la financiación, no solamente para desarrollar la tecnología, sino para lanzarla a órbita. Los dos primeros años de vida de la empresa estuvimos buscando financiación, tanto pública como privada, prácticamente a tiempo completo. Sí que es cierto que hay multitud de ayudas públicas para empresas tecnológicas en España, pero son muy competitivas y el dinero tarda en llegar.

¿Se está convirtiendo el concepto de emprendimiento en un eufemismo que oculta precariedad?

Nosotros ya venimos de un entorno que es bastante precario en España, que es la investigación. Emprender nos permitió tomar el control de nuestra vida laboral y labrarnos nuestro propio futuro. No obstante, sí que es cierto que los primeros años, hasta que el proyecto despega, pueden llegar a ser muy duros. Mi socio estuvo un año entero sin sueldo, buscando financiación para el proyecto. Algo que nos parecería interesante para reducir esa precariedad es, por ejemplo, que se ofertaran becas posdoctorales, en las que el Estado financiara un año de sueldo al terminar la tesis doctoral para intentar poner en marcha esa idea/negocio.

¿Crees que en los últimos años se ha dado más visibilidad a las mujeres emprendedoras?

Creo que se les está empezando a dar más visibilidad, lo cual es importante, ya que ayuda a despertar el interés por emprender en otras mujeres. Siempre digo que sin conocer referentes es muy complicado visualizarte en un determinado papel. Todo el mundo sabe quién es Elon Musk o Steve Jobs, pero poca gente conoce a Anjali Sud, CEO de Vimeo, una empresa valorada en miles de millones de euros que acaba de salir a bolsa. No obstante, todavía faltan muchas más mujeres emprendedoras en start-ups tecnológicas, ya que seguimos siendo una clara minoría. Si bien, cada vez hay más chicas jóvenes que me preguntan y se empiezan a interesar, por lo que creo que estamos yendo por el buen camino.

¿Por qué es importante potenciar desde universidades y centros educativos la innovación? 

Una de las grandes cuestiones que echa para atrás a estudiantes que se plantean hacer una tesis doctoral en la universidad son precisamente las salidas laborales que tendrán después. Para nosotros, hacer la tesis doctoral en la UC3M fue lo que nos permitió montar la empresa, no solo porque allí nos conocimos, sino porque hacer la tesis nos permitió especializarnos en algo que nos apasionaba, ser los “mejores” y estar al corriente de todos los desarrollos tecnológicos relacionados con propulsión eléctrica que se estaban haciendo en el mundo. Estos, sin duda, son los ingredientes perfectos para iniciar un proyecto empresarial tecnológico y, sin embargo, no es algo que te cuenten cuando te matriculas en la universidad para hacer la tesis doctoral.  Por ese motivo, creo que es imprescindible fomentar el emprendimiento desde las universidades.