Esta edición del congreso, que se celebra bienalmente, ha puesto el acento en los servicios de accesibilidad en diferentes medios de comunicación, como la televisión, la radio o las revistas, desde tres perspectivas diferentes: analizando la producción de contenidos, el acceso a los mismos y abordando la imagen que proyectan los medios de las personas con discapacidad.
“Una de las principales conclusiones es que un 84 por ciento de la emisión de las televisiones españolas en 2017 se ha realizado con subtitulado”, señala Belén Ruiz Mezcua, directora gerente del Centro Español del Subtitulado y la Audiodescripción (CESyA), el centro dependiente del RPD y liderado por la UC3M que ha coordinado la celebración de este congreso.
Según la Ley General de Comunicación Audiovisual, el 90 por ciento de la emisión de la televisión pública debe contar con servicio de subtitulado, un porcentaje que disminuye al 75 por ciento en el caso de los canales comerciales. En el último año, la CNMC ha supervisado las emisiones de 26 canales (21 privados y 5 públicos) para comprobar que se cumplen estos mínimos de subtitulación. De los medios analizados, “solo dos canales privados no alcanzaban los mínimos”, aunque es la primera vez que todos los canales privados cumplen con las dos horas obligatorias, afirma Laura Guindo, de la Comisión de la Subdirección Audiovisual de la CNMC.
La jefa de la Unidad de Accesibilidad de TVE, Laura Feyto, hizo un repaso del trabajo que realiza su equipo. 2017 cerró con 30.000 horas subtituladas: “Desde 2014 quedan muy pocos servicios sin subtitular (promociones, patrocinios e informativos territoriales)”, dijo, al tiempo que explicó que se trata de “espacios sobre los que se está trabajando actualmente”.
En AMADIS también se han puesto en evidencia determinadas carencias en otros aspectos relacionados con la accesibilidad. Por ejemplo, en España apenas se dedican unas 3.600 horas de emisión en lengua de signos, frente a las 7.900 obligatorias que establece la Ley, emitiendo la mayor parte en horario de madrugada, señaló Laura Guindo.
De cara al futuro, ya se ha logrado un consenso por parte de todos los agentes implicados (sectores de la discapacidad, operadores y Administración) para crear un catálogo de indicadores que sirvan para valorar la calidad en el subtitulado y la audiodescripción. “Ahora comenzaremos con las pruebas para validar los indicadores elegidos”, apunta Belén Ruiz Mezcua, que considera un nuevo reto ampliar la accesibilidad a los dispositivos de consumo audiovisual en movilidad, además de a las televisiones en abierto.